Es posible que durante mucho y demasiado tiempo se haya planteado la sexualidad como que algo que llegaba y se realizaba. Como dejándonos llevar, sin más. Hay una parte de ella que si es así. Sin embargo llega un punto en el que con los años podemos tomar consciencia de que esto es algo más complejo. 👉 La vida sexual va más allá de la penetración o la reproducción. Éste es un elemento social, emocional, relacional e incluso político.

Con la llegada de la COVID, junto con las medidas sanitarias preventivas, ha llevado a un mayor aislamiento social. Ésta disminución de la interacción ha generado emociones de apatía que inunda, no solo a nivel emocional, sino también de deseo sexual (aunque éste entre dentro del mundo de las emociones).

Las experiencias a lo largo de nuestra vida condicionan nuestra relación con la sexualidad. Los referentes, las expectativas, lo observado, lo aprendido y lo practicado genera un caldo de cultivo de la forma en la que conformamos nuestra vida sexual.

Se separa la afectividad de nuestra sexualidad, cuando todo forma parte de un mismo aspecto. La moralidad ha generado esa dualidad innecesaria e irreal. La cantidad de problemas sexuales que vienen determinados por procesos mentales con grandes variables emocionales. Aceptar que no estamos siempre en el mismo punto va a ayudar a que no entremos en la trampa mental que nos enganchará a tener problemas de salud afectivosexual.

Tener hábitos de vida saludables previene, como serían por ejemplo:

• Tener una comunicación clara y constante con nuestra pareja sexual sobre lo que nos gusta y no nos gusta.
• Probar experiencias nuevas que nos apetezcan, conectar con el erotismo y el placer. Usar la imaginación, la creatividad y todos los sentidos (que son más de cinco).
• Tomar consciencia de las actividades que se han dejado de hacer o que gustaría hacer y no se han hecho y realizarlas adaptándonos a la actual circunstancia.
• Fomentar el vínculo afectivo y el espacio relacional íntimo. ¡No somos robots que nos encendemos con un botón!.
• Aprender habilidades de gestión emocional para lidiar con la relación con uno/a mismo/a.

La conclusión de ésta reflexión es que el placer sexual es una experiencia única y personal. Cuando se convierte en el cumplir y no en disfrutar se apaga poco a poco nuestra motivación. La salud sexual no es solo la prevención de las ITS, sino parte del autoreconocimiento, por tanto, la sexualidad es simplemente humanidad.

Jorge Pérez Ferrer. Psicólogo y Sexólogo. Responsable del servicio de orientación y asesoramiento Afectivo-Sexual de COCEMFE Alicante

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Envíanos tus preguntas a sexualidad@cocemfealicante.org y nuestro técnico especializado te responderá.

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Aprovechamos para recordar que está en marcha el Servicio de Sexualidad, subvencionado por GVA Igualtat i Polítiques Inclusives de la Generalitat Valenciana para otros fines de interés social con cargo de la asignación tributaria del 0,7% del IRPF y por la convocatoria de programas.

Existe la posibilidad de atención por videoconferencia.