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Perspectiva amplia de la Igualdad: Mujer y Salud

Igualdad: mujer y salud

Perspectiva amplia de la Igualdad:
Mujer y Salud

Dentro del programa 🚺 POR NOSOTRAS dirigido a las mujeres con discapacidad de toda la provincia, desde COCEMFE Alicante seguimos trabajando para dotarlas de herramientas para lograr su desarrollo integral, personal y social. En esta línea, lanzamos este artículo “Perspectiva amplia de la igualdad: Mujer y Salud”.

“El género no es solo un concepto que aborda nuestra sexualidad, sino que es algo transversal. La construcción de nuestro género se ve influida por nuestra educación, cultura, aprendizajes, experiencias etc. Esa parte cultural que nos influye es una estructura social que parte de unas premisas en las que divide a la ciudadanía en dos tipos de personas: “los hombres” y “las mujeres”, en la que en cada uno de esas categorías sociales se les imbuye de unas características, comportamientos, estereotipos, expectativas y un largo etc. Sin embargo, no nos podemos quedar aquí.

Ese género “tradicional” genera una visión dicotómica y androcéntrica, con una perspectiva claramente masculina, que puede influir en cualquier ámbito, y la salud, no es una excepción. A continuación citaremos algunos de los espacios en los que se expone una visión masculinizada:

⇢Formas de vida y concepto “salud” / “enfermedad”: Los estilos de vida, la percepción de salud y búsqueda de ayuda, están marcados por los roles de género. Tener en cuenta esto es necesario para abordarlo de forma adecuada. Hablamos tanto de cómo estructuramos nuestra vida cotidiana y de la forma en la que se le da valor a la enfermedad y lo que se considera salud (haciendo referencia a la percepción subjetiva del riesgo). Este aspecto influye en el resto de puntos presentados

Concepción del dolor: Algo tan concreto como pueda ser la concepción del dolor, es una construcción basada en una perspectiva meramente masculina. Un hecho tan cotidiano como es esa percepción puede ser diferente entre mujeres y hombres, ya no solo en sucesos que pueda ocurrir a todas las personas, si no cuando existe un hecho diferenciador como un embarazo, el dolor que se siente, solo lo conocen las personas que pasan por un embarazo. La posición corporal a la hora del parto puede partir de un criterio basado en la comodidad de la persona sanitaria o de la que pare. Convertir al paciente en usuaria es pasar de un cambio en la concepción del sistema de salud y transformarla en una con una mayor participación activa de la población.

Conciliación: Tener perspectiva de género implica tener en cuenta las circunstancias relacionadas con el género, como son las desigualdades en relación al cuidado, lo doméstico y al tipo de empleos y responsabilidades laborales por parte de las mujeres y los hombres, ya que existe una diferencia. Otro elemento a tener en cuenta es que las mujeres pueden tener una mayor tasa de paro y dificultad en integrarse en un empleo tras años de cuidados, junto con mayor probabilidad de tener contratos temporales y de jornada parcial por ello.

Enfermedades: Las diferencias fisiológicas en relación al cuerpo. Considerar el “patrón” masculino para determinar sintomatología, dosis de medicamentos, evolución de la enfermedad, sin tener en cuenta las diferencias existentes en la anatomía y fisiología entre personas. Esta falta de consideración que no considera las diferencias fisiológicas pueden llegar a tenerse en cuenta ciertas enfermedades, por darse más frecuentemente en uno de los dos sexos, como propias de este, y por tanto infradiagnosticándolas en el otro sexo. Es indispensable los datos desagregados.

Investigación: Tener una falta de referentes en el campo sanitario genera una menor participación de esas profesiones sanitarias en la investigación. Mientras que, por otro lado, el conocimiento del cuerpo en base a investigaciones, sin una perspectiva de género, puede hacer que se produzcan experimentos con cuerpos solo (o en su mayoría) de hombres y tener en cuenta sus características fisiológicas para después extrapolarlas y aplicarlas a las mujeres mediante una generalización de los resultados.

Referentes de salud laboral y espacios: Otro apartado que influye en la salud es la diferenciación de roles y puestos de trabajo, ya que un gran porcentaje de profesiones, que tienen un rol de cuidadoras, existe mayor presencia referencial de mujeres. Este hecho, también hace que los problemas de salud puedan ser diferentes ya que las consecuencias físicas cambian según las características del puesto. Socialmente se pueden considerar más o menos grave, un trato más inadecuado, poco sensibles, basados en estereotipos de género. O la influencia de la doble jornada laboral (empleo más cuidados domésticos) y su influencia en la salud.

Violencia permitida por cultura, destacar una violencia se sustenta en toda una base de creencias, roles y simbolismos que afecta a las mujeres según su edad, y tenemos como un ejemplo evidente, la esterilización forzosa que han sufrido muchas mujeres con discapacidad.

En definitiva, comprender esta construcción mental y social, no solo de percibir el mundo, si no de investigar, aplicar y utilizar la salud, favorecerá la evolución social. Es importante incluir la perspectiva de género en el ámbito sanitario para tratar los problemas de salud, considerando las diferencias que produce la socialización del género y trabajar por la conquista de las mujeres con discapacidad de todos los espacios de participación ocupados mayoritariamente por hombres.

El proyecto POR NOSOTRAS está financiado por la GVA Igualtat i Polítiques Inclusives de la Generalitat Valenciana.

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